El edificio que voy a analizar es patrimonio cultural de Picanya, un pueblo de la Comunidad Valenciana. Incluye dos áreas, una residencia para propietarios y otra para huéspedes, ambas rodeadas de jardines. Este edificio llamado «L’Hort de les palmes», ha sido de gran uso para diferentes épocas de nuestra historia. Durante un tiempo fue una masía, una casa de campo donde la producción agrícola era clave y más tarde, mientras se desarrollaba la Guerra Civil española, fue utilizada como residencia para albergar a mujeres estudiantes.
En cuanto a la sostenibilidad ambiental de esta obra destacamos la procedencia de los materiales. Los materiales de este tipo de edificaciones son tradicionales de la arquitectura rural valenciana, como ladrillo, azulejos, madera, tejas…El área de L’Horta Sud contaba con muchos recursos por lo que el acceso a estos materiales era fácil.
Así mismo, también hablaremos de la sostenibilidad económica, una de las características más relevantes de L’Horta es que utiliza materiales locales, esto beneficia al impacto ambiental y también a la economía local. La mano de obra de este tipo de edificios también es local, muchos de los trabajos requerían de artesanía, ya sea la creación de azulejos o diferentes detalles que normalmente a simple vista pasan desapercibido. Esto genera empleo para los artesanos locales. Es decir, las empresas locales de materiales y los profesionales de la construcción y restauración crecen económicamente siendo sostenibles y reduciendo el impacto ambiental.
«L’Hort de les palmes» es una gran ejemplo de la sostenibilidad social, es parte del patrimonio cultural de Picanya, adquirido por el ayuntamiento para promover su conservación. En un futuro se quiere restaurar para formar parte de los recursos socioculturales de el pueblo.
En cuánto a la implantación del edificio, el diseño de este está pensado para iluminar de manera natural el espacio, además algunos elementos arquitectónicos aportan sombra en el exterior. Las ventanas principales están mirando hacia el sur para captar la máxima luz posible, gracias a sus ventanas el aire puede pasar y ventilar el lugar.
Aquí podemos observar datos sobre las precipitaciones y como puede llegar a afectar en el lugar.
Podemos analizar también como afecta la luz solar a nuestro edificio un día como hoy al medio día.
Por último también podemos ver como afecta el viento al espacio
La distribución es simple y eficiente, la finca tiene amplias zonas al aire libre, con jardines y espacios agrícolas que conectan con el interior. Incluye áreas para el almacenamiento de herramientas y productos agrícolas, típicas de este tipo de explotaciones históricas. También cuenta con un motor hidráulico, el «Motor de Giner», que suministraba agua para las actividades agrícolas.
Se han escogido materiales adecuados para el entorno, son sostenibles pero no son visualmente demasiado atractivos. Estos materiales son materiales locales, se reutilizan materiales de las zonas de alrededor.
L’Hort de les Palmes, nacida como una finca agrícola en el siglo XIX, fue testigo del esfuerzo humano en sus cultivos, el cuidado de animales y la innovación del riego. Durante la Guerra Civil, acogió a estudiantes universitarias desplazadas, convirtiéndose en un hogar. Hoy, la finca espera su restauración.